06 noviembre 2010
LA IMAGINACIÓN DIALÓGICA *
05 noviembre 2010
CARTOGRAFÍAS *
26 octubre 2010
SUEÑO INSOMNE (CAPÍTULO II) *
por BEATRIZ SARLO
* Capítulo publicado en: Sarlo, Beatriz. (1995) Escenas de la vida postmoderna. Intelectuales, arte y videocultura en Argentina. Buenos Aires: Ariel.
1. Zapping
La imagen ha perdido toda intensidad. No produce asombro ni intriga; no resulta especialmente misteriosa ni especialmente transparente. Esta allí sólo un momento, ocupando su tiempo a la espera de que otra imagen la suceda. La segunda imagen tampoco asombra ni intriga, ni resulta misteriosa ni demasiado transparente. Está allí sólo una fracción de segundo, antes de ser reemplazada por la tercera imagen, que tampoco es asombrosa ni intrigante y resulta tan indiferente como la primera o la segunda. La tercera imagen persiste una fracción infinitesimal y se disuelve en el gris topo de la pantalla. Ha actuado desde el control remoto. Cierra los ojos y trata de recordar la primera imagen: ¿eran algunas personas bailando, mujeres blancas y hombres negros? ¿Había también mujeres negras y hombres blancos? Se acuerda nítidamente de unos pelos largos y enrulados que dos manos alborotaban tirándolos desde la nuca hasta cubrir los pechos de una mujer, presumiblemente la portadora de la cabellera. ¿O esa era la segunda imagen: un plano más próximo de dos o tres de los bailarines? ¿Era negra la mujer del pelo enrulado? Le había parecido muy morena, pero quizás no fuera negra y sí fueran negras las manos (y entonces, quizás, fueran las manos de un hombre) que jugaban con el pelo. De la tercera imagen recordaba otras manos, un antebrazo con pulseras y la parte inferior de una cara de mujer. Ella estaba tomando algo, de una lata. Atrás, los demás seguían bailando. No pudo decidir si la mujer que bebía era la misma del pelo largo y enrulado; pero estaba seguro de que era una mujer y de que la lata era una lata de cerveza. Accionó el control remoto y la pantalla se iluminó de nuevo.
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Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, cincuenta y cuatro. Primer plano de león avanzando entre plantas tropicales: primer plano de un óvalo naranja con letras negras sobre fondo de una gasolinera; plano general de una platea de circo (aunque no parece verdaderamente un circo) llena de carteles escritos a mano; primer plano de una mujer, tres cuartos perfil, muy maquillada, que dice “No quiero escucharte”; dos tipos recostados sobre el capó de un coche de policía (son jóvenes y discuten); un trasero de mujer, sin ropa, que se aleja hacia el fondo; plano general de una calle, en un barrio que no es de acá; Libertad Lamarque a punto de ponerse a cantar (quizás no estuviera por cantar sino por llorar por que un tipo se le acerca amenazador); una señora simpática le hace fideos a su familia, todos gritan, los chicos y el marido; un samurai, de rodillas, frente a otro samurai más gordo y sobre la tarima, al ras de la pantalla, subtítulos en español; otra señora apila ropa bien esponjosa mientras su mamá (no sabe porqué, pero la más vieja debe ser la madre) observa; Tina Turner en tres posiciones diferentes en tres lugares diferentes de la pantalla; después Alaska, iluminada desde atrás (pero se ve bien que es ella); una animadora bizca sonríe y grita; el presidente de alguna de esas repúblicas nuevas de Europa le habla a una periodista en inglés; dos locutores hablan como gallegos; Greta Garbo baila con una media en un hotel lujosísimo; Tom Cruise; James Stewart; Alberto Castillo; primer plano de un hombre que gira la cabeza hacia un costado donde se ve un poco de la cara de una mujer; Fito Páez se sacude los rulos; dos locutores hablan en alemán; clase de aerobismo en una playa; una señora bastante humilde grita mirando el micrófono que le acerca una periodista; tres modelos sentadas en un living: otras dos modelos sentadas frente a una mesita ratona; diez muchachos haciendo surf; otro presidente; la palabra fin sobre un paisaje montañoso; una aldea incendiada, la gente corre con unos bultos de ropa y chicos colgados al cuello (no es de acá); Marcello Mastroianni le grita a Sofía Loren, al lado de un auto lujoso, en una carretera; unos chicos entran corriendo a la cocina y abren la heladera; orquesta sinfónica y coro; Orson Welles subido a un púlpito, vestido de cura; Michelle Pfeiffer; un partido de fútbol americano; un partido de tennis, dobles damas; dos locutores hablan en español pero con acento de otro lado; a un negro le dan de trompadas en el pasillo de un bar; dos locutores, de acá, se miran y se ríen; actores blancos y negros en una favela hablan portugués; dibujitos animados japoneses. Acciona el control remoto por última vez y la pantalla vuelve al gris topo. [...] PDF Completo
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15 mayo 2010
AUTOBIOGRAFÍAS VISUALES. DEL ARCHIVO AL ÍNDICE (Introducción)*
03 mayo 2010
ROTURAS, MEMORIA Y DISCONTINUIDADES (en homenaje a W. Benjamin) *
26 abril 2010
1961 OLDENBURG Y LOS HAPPENINGS *
18 abril 2010
1977 LA EXPOSICIÓN «PICTURES» *
17 abril 2010
1973 PRIMERAS MANIFESTACIONES DEL VIDEOARTE *
10 abril 2010
1960a NOUVEAU RÉALISME *
El crítico Pierre Restany organiza un grupo de diversos artistas en París y forma el Nouveau Réalisme, redefiniendo así los paradigmas del collage, el readymade y el monocromo.
Apercibiéndose del atractivo promocional derivado de la organización de los artistas en un grupo que operase bajo una misma bandera, el crítico francés Pierre Restany (1930-2003) convenció a unos cuantos artistas reunidos en el apartamento parisino de Yves Kevin el 27 de octubre de 1960 para formar un movimiento de vanguardia. Por supuesto, el proyecto así precisaba de un manifiesto. Éste fue convenientemente diseñado por Klein en una edición de unas 150 copias (lápiz blanco sobre cartulina IKB, dorada o rosa) y firmado por Restany y los ocho artistas presentes en la ocasión (Arman [1928-], François Dufrêne [1930-1982], Raymond Hains [1926-], Yves Klein [1928-1962], Martial Raysse [1936-], Daniel Spoerr [1930-]. Jean Tinguely [1925-1991] y Jacques de la Villaglè [1926-]). El manifiesto consistía en una sola frase, única y anodina afirmación en la que todos los aristas estaban de acuerdo: «Los Nuevos Realistas han tomado conciencia de su identidad colectiva; Nuevo realismo = nuevas percepciones de lo real».
Transcurridos 20 minutos desde el momento de la firma, entre Klein y Harris estalló una pelea a puñetazos, lo que propició que la mayoría de integrantes del grupo lo considerase finiquitado, aunque a partir de entonces exhibieran su obra de manera conjunta (y pese a que poco tiempo después se unieran al mismo César [1921-1998], Christo [1935-], Gérard Deschamps [1937-], Mimmo Rotella [1918-] y Niki de Saint Phalle [1930-2002]). Sin embargo, la muerte oficial del movimiento sólo se celebró oficialmente en 1970, con un banquete y la presentación de una escultura de Tinguey, La Vittoria, gigantesca estructura fálica que eyectaba fuegos de artificio, frente a la catedral de Milán.
Neo Vanguardia y espectáculo
El hecho de que todo parezca una repetición siniestra de los rituales típicos de la vanguardia, se debe que ése era el medios a través del cual el grupo afirmaba su relación con la vanguardia histórica. Pero si en tales manifestaciones se detecta también un gusto por la pose, una adhesión ostensible a las formas de la cultura del espectáculo, es porque el espectáculo contemporáneo es el otro gran contexto histórico en el que el grupo se inserta. En realidad, es esta misma ambivalencia lo que convierte al Nouveau Réalisme (Nuevo Realismo), junto al Independent Group (Grupo Independiente) de Londres, a Cobra y a la Internacional Situacionista, en uno de los grandes ejemplos de la formación de una neovanguardia en la Europa de posguerra.
Jean Tinguely - Homenage of New York (1960)
El situacionista Guy Debord bien podría haberse referido a la vanguardia de preguerra cuando formuló la idea de que la aspiración de la posguerra era «constituir un nuevo movimiento que antes todo debe restablecer la fusión entre creación cultural de la vanguardia y la crítica revolucionaria de a sociedad». Pero como le sucedió a todos estos grupos, los nuevos realistas se enfrentaba a una situación en la que, por primera vez en el siglo XX, el proyecto de la vanguardia resultaba abiertamente problemático. De hecho, como sostiene el crítico Peter Bürger, la propia vanguardia había derivado en una colección de temas, prácticas y espacios extremadamente institucionalizados. Pese a todo, el Nuevo Realismo fue con toda probabilidad el movimiento que reconoció con mayor agudeza un aspecto característico de la neovanguardia: su posición precaria pero inmutable en la intersección entre una postura espuria de negatividad crítica y el proyecto afirmativo de la industria cultural. [...] PDF Completo
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